Ximena Sariñana - Rompe Tour
El pasado jueves 1 de mayo, Ximena Sariñana volvió a Austin como parte de su Gira Rompe, regalándole al público una noche llena de emociones en el emblemático venue Mohawk. El lugar alojó a demasiados fans causando un ambiente cálido y cercano que convirtió el show en una de esas presentaciones que se sienten más como un encuentro entre amigos que como un concierto convencional.
La noche comenzó con la presentación de Lulu Bulos, quien supo ganarse la atención del público con su propuesta honesta y emotiva.
Su voz dulce, acompañada por sus teclados y su guitarra, llenó el espacio con una energía suave pero poderosa. Con letras introspectivas y una vibra relajada, Lulu dejó claro por qué es una artista a seguir de cerca. Su set fue el preámbulo perfecto para lo que vendría más tarde con Ximena.
Aparte de su proyecto musical como solista, también acompaña en las guitarras y teclados a Ximena y a León Larregui.
Minutos después del set de Lulu, entró la banda de Ximena, que causó gran euforia entre la gente que estaba esperando con ansias a la cantante. Ximena navegó por distintas etapas de su carrera. Desde clásicos como Vidas Paralelas y Cuento que despertaron la nostalgia colectiva, hasta temas recientes como Chispa Roja y Fiesta en mi Habitación que invitaron al público a bailar. La energía oscilaba entre la fiesta y lo íntimo, dejando espacio para cantar a todo pulmón, pero también para esos momentos en los que el corazón se encoje un poquito.
Más allá de la música, algo que hizo especial la noche fue la manera en que Ximena conectó con su audiencia. Cantaba y bailaba con el público como si fuera parte de él, lanzando miradas cómplices, y sonriendo a quienes la observaban desde el área elevada a un costado del escenario. Al final del show, Ximena se acercó a una fan a autografiarle su ukelele, dejandole un recuerdo para siempre a sus fans.
El Mohawk, con su atmósfera acogedora, fue el escenario ideal para este tipo de show: sin barreras, sin pretensiones, solo música honesta y conexión directa entre artista y público. La noche fue una celebración del presente de Ximena, pero también un recordatorio de todo lo que ha construido desde que irrumpió en la escena del pop alternativo en español.
